
“Teatro Corsario 40 años” es el título de la exposición, abierta en la sala Las Francesas de Valladolid del 6 de octubre al 8 de noviembre, que refleja la consistencia, la abundancia, variedad y calidad de los espectáculos de Teatro Corsario desde su creación en 1982.
La muestra recoge la historia de la compañía a través de 22 espectáculos en los que se pueden observar vestidos, carteles, fotografías, armas, objetos, vídeos y textos que ofrecen al visitante “su particular desafío a la esencia efímera del montaje teatral”, según consta en el escrito de presentación de la muestra.
En este público y variado escaparate de una de las compañías más veteranas de teatro clásico del panorama nacional, que se presenta ahora en Las Francesas, los espectadores volverán a “recuperar las palabras, las miradas, los gestos, los silencios, la entrega, el saber hacer de decenas de actores y técnicos”. Será otra forma de que la memoria pueda recuperar esa historia brillante que se inició hace ya más de 40 años, pero que, afortunadamente, aún está viva.
Son comisarios de la exposición el catedrático de Literatura Española de la Universidad de Valladolid, Germán Vega, así como el director Teatro Corsario, Jesús Peña. La dirección artística ha estado bajo la dirección de Luis Santiago. La muestra ha sido organizada por Teatro Corsario y Amigos de Teatro Corsario, con el apoyo de la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid.
En estas cuadro décadas, los integrantes de Teatro Corsario han subido a los escenarios 45 obras y se han caracterizado por una nómina sobresaliente de actores, la especial manera de decir el verso y su gran aportación a la recuperación de los clásicos. Durante ese tiempo, han realizado miles de representaciones por España y otra veintena de países que han convertido a este grupo independiente como una referencia teatral en los ámbitos nacional e internacional.
A lo largo de este periodo de tiempo, cuatro directores –Fernando Urdiales, Javier Semprún, Luis Miguel García y Jesús Peña- se han encargado de llevar el timón de la compañía con propuestas escénicas rompedoras en la línea del resto de países europeos.
Pero Corsario no solo ha sido exponente del teatro contemporáneo o clásico, definido por su calidad creativa e interpretativa. En 1992, Jesús Peña incorporó una nueva orientación profesional con los títeres para adultos que también quedan reflejados en la exposición.
Tras las dificultades, superadas, de la crisis de las hipotecas y el Covid, Teatro Corsario goza de una gran vitalidad como lo demuestra el hecho de que este mismo año ha estrenado dos montajes: Retorno a Celama y El alcalde de Zalamea.
Fotografías: Carlos Blanco